21.6.08

Mermelada de ubuntu

El ubunto es un fruta de origen septentrional, que, así como antes el kiwi o el maní dulce, ha llegado a las góndolas de nuestro país gracias a la imparable globalización. Se lo puede reconocer por su pelaje erizado, su penetrante aroma a pescado y sus chillidos agudos cuando se prueba si esta bien maduro.

Tome 10 kilos de ubuntos no demasiado maduros, ni demasiado verdes (tenga en cuenta que el ubunto maduro tiene una fuerte coloración verde y una consistencia rígida, mientras que el ubunto verde también). Bueno, como venia diciendo, tome esos 10 kilos y póngalos en remojo con abundante agua (aproximadamente 10 litros por kilo de fruta) durante varios días (para hacerse una idea, calcule unos 10 días por litro de agua) en un espacio bien ventilado (se recomienda una ventilación de 10 km/hora por cada día).
Una vez transcurrido ese período, la fruta estará bien blanda y la cáscara se desprenderá con facilidad, con la ayuda de una pequeña hacha de cocina. Hágalo. Luego de retirar cáscara y semillas le quedaran aproximadamente 10grs de pulpa por cada kilo de ubunto. Coloque dicha pulpa en una cacerola, en lo posible no de aluminio, ni de cobre, ni de ningún otro metal. Si todas sus cacerolas son metálicas, use un recipiente tupper, o una calabaza ahuecada para darle un toque especial. Improvise. Agregue un poquito de azúcar, o miel si prefiere, para endulzar la preparación, pero no más de 10 kilos por cada gramo de fruta. Mezcle bien, hasta formar una pasta homogénea pero ligeramente granulosa.
Lleve la preparación a fuego fuerte durante 10 horas, pero tenga cuidado de no romper el hervor (N. de la R.: No nos hacemos responsables de hervores rotos). No deje de revolver en todo este tiempo, siempre en la misma dirección y con la misma mano para evitar que la mermelada se “corte”. Una vez transcurrido este período, baje a fuego moderado por 10 minutos, luego a mínimo otros 10 minutos, revolviendo esporádicamente. Luego lleve a fuego fuerte 10 minutos, baje a moderado 10 segundos, póngalo en horno precalentado a 175 grados durante 10 minutos más (sin dejar de revolver), luego lleve a fuego mas o menos moderado hasta lograr el punto “gelatina”. Esto es fácil de reconocer: cuando la mezcla está dura como una piedra, significa que ya se paso del punto, pero si esta dura como un garrote, todavía le falta algo de cocción.

¡Esto es todo! Más sencillo que hervir una gaviota, ¿no es así? Ahora utilice frascos vacíos, de esos que toda ama de casa siempre debe guardar, para almacenar la mermelada. Hágalo antes de que ésta se enfríe. No se alarme si le parece que le ha salido con un sabor muy leve a pescado. Cuando la mermelada se enfríe, el gusto será mucho más pronunciado.

2 comentarios:

Salemo dijo...

Yo pongo toda la voluntad posible para colaborar, pero así,no; yo así no puedo, mierda, carajo.
Quize calificar como es lógico con un 10 ( esto es un doble excelente), pero la estrellita retobada no se deja más que una vez.Y eso que estuve intentando como...Si, obvio, 10 minutos.
bueno, espero que no me pidan el diezmo por publicar el comentario.
Y eso, como dice no me acuerdo quién.

Ogui dijo...

para mí que esas frutas son los huevos del ubuntu... cuídense de las plumas del ubunto, matan windows. Hay una versión para el ama de casa moderna, sin tiempo para tanto despliegue culinario? Me gustó sobre todo el periodo en el horno revolviendo continuamente... el cocinero en el horno es casi un título para un blog