20.1.09

¿Está aprendiendo a cocinar? ¡Despreocúpese!

Para vos, joven mujercita en edad de merecer.
Para usted que ya no se cuece en el primer hervor.
¿Quieres sorprender a tu pareja con algo distinto? ¿Te gustaría esperarlo con una cena lista, pero no sabes cocinar ni salchichas de Viena?
Para todos aquellos y aquellas que no quieren quedar relegados y sueñan con subirse al tren culinario tan de moda por estos días, tengo para ustedes la receta ideal.
No se pasa nunca de punto (y si se pasa, no hay problema: se auto soluciona).
Auto-gestionamiento de sus propios ingredientes. Auto-reciclable. Sin horno. Sin gastar gas.
La comida perfecta, en suma.

Ingredientes necesarios:
Un (1) Ave Fénix mediano (del tamaño de un águila, aproximadamente).
Especias.
Finas hierbas.
Un matafuego
¡Nada más!

Preparación:
1-Activar el Ave. De no tener a mano un ángel para que lo haga mediante su espada flamígera, pelar un clave eléctrico y descargarle durante cuatro segundos 220 voltios de corriente alterna.
2- Dejar al alcance de la susodicha, especias a elección y finas hierbas. Ella solo se encargará de formar una especie de guarnición en forma de nido.
3-Controle que ella ponga un huevo. No haga nada con él; solo observe y espere.
4- IMPORTANTE: armarse de paciencia y esperar tres días.
5- SUMAMENTE IMPORTANTE: tenga a mano el matafuego.
6-No se alarme si luego de pasados los tres días el Ave se prende fuego espontáneamente: es parte de su naturaleza. Coja (perdón) el matafuego y rocíe al ave hasta que este se extinga por completo.
7- Servir acompañado con la bebida que más le plazca. Un consejo: el vino de misa sería lo ideal.

Opciones:
En caso que el matafuego haya estado vencido y su preciada avecilla haya quedado convertida en cenizas, no se preocupe, se auto-reciclará y no habrá perdido nada. Del huevo renacerá ella misma. Eso sí, tendrá que poner a prueba su paciencia, ya que esto ocurre cada quinientos años.

19.1.09

Niños envueltos

No sea zonzo. No vamos a escribir algo de humor recurriendo al remanido chiste de “tómese un niño, preferentemente de corta edad, envuélvalo en su mantita preferida, luego en celofán e introdúzcalo en el horno, todavía a baja temperatura, así sufre más durante la cocción, etc, etc, etc.”

No.

Se trata de una recomendación para cocinar niños envueltos, como contraposición a niños desenvueltos; es decir para cocinar a niños timoratos, asustadizos, indecisos, apocados, miedosos, temerosos, tímidos.

Como padre, a usted habrá pasado por una situación semejante a ésta: reunión de amigos en su casa, nene vení y recitale el canto cuarto de la Odisea que te enseñaron en la escuela acá a los señores (ya sabe usted, ese que empieza “Apenas llegaron a la vasta y cavernosa Lacedemonia, fuéronse derechos a la mansión del glorioso Menelao …” ) y el mocoso insolente, con su mejor cara de medavergüenza se niega, haciéndolo quedar a usted francamente mal delante de las vistas. Hágame caso. Cocínelo. Deshágase de la sanguijuela e invite a comer a los mismos que no pudieron escuchar el recitado la vez anterior; que a esta altura, por las dudas, se habrán aprendido la Odisea entera.

Por la pérdida del infante no se haga problemas. Después hace otro con la patrona.

18.1.09

Africa mía

―Doctor Livingstone, supongo.
―No exactamente. Soy doctor, sí, y mi apellido comienza con L, pero no soy Livingstone.
―Ah. Henry Stanley, mucho gusto.
―Eso espero, eso espero…
―¿Disculpe?
―No, nada, pensaba en voz alta. Pero no se quede parado allí en medio de la jungla. Lo invito a mi cabaña, justamente estaba probando una receta local y me encantaría que usted me ayudara a prepararla.
―Oh, muy amable, doctor… ¿Cómo me dijo que se llamaba?
―Lecter. Doctor Hannibal Lecter.
―Nuevamente: mucho gusto.
―Nuevamente: eso espero.

17.1.09

Krill a la fitoplancton

La cocina regional es la que se hace con los productos que naturalmente crecen en cada región en particular. Así tenemos la cocina mediterránea, oriental, etc.
Esta receta pertenece a la región antártica, donde, como es bien sabido, lo que más abunda es cubito de hielo. Pero si busca bien... algo va a encontrar para la hora de manducar. Un plato fácil y sabroso es el “Krill a la fitoplancton”.

Ingredientes:
3 kg. de krill (un bicho parecido al langostino pero más bigotudo)
½ kg de fitoplancton (no confundir con Fito Páez. Es como una verdurita microscópica).
Grasa de foca, un trozo.
1 huevo de pingüino (sí, hasta en esto está metido...).
líquenes y musgo para decorar (haga de cuenta que es lechuga).

Preparación:
Este plato lleva un día entero de recolección y diez minutos de cocción.
Si bien es un plato fácil de preparar, la verdadera odisea es conseguir los ingredientes. Como sabrá, no los va a conseguir en el supermercado, así que tendrá que ir usted misma en su busca. Se emponcha bien, se calza botas hasta la rodilla, lleve los aparejos de pesca y sale de recorrida: comience a las 22 horas.
El krill se captura con red, en la superficie helada del mar, de noche y con un reflector para atraer al cardumen.
El fitoplancton es más complicado, pero lo reconocerá pues flota como aserrín en el agua, sólo que más verde y espumoso. Tenga cuidado porque es resbaloso al tacto, júntelo con colador de té, bien temprano al amanecer.
Para hacerse de grasa de foca deberá buscar entre las rocas; en la costa suelen quedar restos, luego de que un predador se haya alimentado.
Para hallar huevos de pingüino... (no sea obscena), camine por la playa al mediodía, imitando su andar bamboleante, porque si la descubren la atacan a picotazos entre todos (suelen hacer eso, sí...). Camine con ellos hasta que lleguen a la zona de nidos (posiblemente deba trepar por los acantilados), y tome un huevo con disimulo. Salga de allí lo más rápido posible.
Ya llegando al atardecer, olvide el cansancio y busque un sector de rocas porosas: allí encontrará adheridos el musgo y los líquenes. Como no podrá transportar las piedras, raspe los huecos con un cuchillo afilado y arranque trozos de vegetales. Tenga especial cuidado con los bordes cortantes de las piedras.
De regreso en su refugio, si no cae extenuada (recuerde que salió la noche anterior), tome una cazuela y derrita la grasa de foca. Pele los krill sacando antenas y patas pinchudas. Saltéelos en la grasa 5 minutos. Agregue el fitoplancton y reserve. Bata el huevo, sazone con sal y pimienta (eso debería tenerlo entre sus provisiones habituales...) y vierta sobre el preparado. Lleve a fuego diez minutos hasta que cuaje y tome cuerpo de tortilla. Desmolde sobre una fuente y decore con el musgo y liquen previamente enjuagados.
Ahora sí... a disfrutarlo, solita. (No creo que nadie se atreva a vivir con usted en semejante clima...).
Bon apetit!

16.1.09

Recetas históricas

Una tarde calurosa de principios de junio, Herodes Antipas, su esposa Herodías y el prefecto romano Valerio Grato, conversaban amigablemente en los jardines del palacio real de Séforis.
— ¡Me encantan los niños! — decía Herodes — Mi padre; El Grande, Yavhé lo tenga a su lado; me enseño a prepararlos al horno de barro, y con guarnición de arvejas. ¡Son una delicia, mire! Yo le pongo un mejunje que preparo con sal, aceite de oliva, un poquito de albahaca y laurel. Y lo acompaño con un buen vino oscuro de los montes de Yahad. Ahora, eso si, para que sean tiernitos, deben tener menos de dos años. Más grandes, no sé, como que la carne se pone muy fibrosa.
— Lo que le recomiendo que pruebe— acotaba Herodías — es la cabeza de esenio. Hace un tiempo hicimos una, hervida en aguas de melisa y eneldo frescos; y la servimos con zanahorias, puerros y cebollas; un adobe mezcla de tomillo, orégano y salvia, y perfumada con cardamomo y regaliz; ¿Cómo se llamaba este monje, esposo mío?
— Juan
—¡Eso! Juan. El bautista. Como sea, un manjar. Estos esenios ayunan tanto, que la carne, bien magra, me ayuda magníficamente en mi dieta.

15.1.09

¿Qué hacer si su pareja ronca?

Nadie pone en duda que el ronquido es un sonido muy molesto para los que dormimos —o intentamos dormir— junto a un roncador y nos despertamos sobresaltados por esa extraña emisión sonora, mezcla de bufidos, resoplidos, gruñidos y frenéticos raspaderos de faringe. Si ustedes una víctima consetudinaria de un roncador, pruebe con estos sencillos trucos:
1- Haga que cambie de posición; para eso, puede efectuar varias maniobras, tales como: Empujarlo hasta que caiga de la cama; eso lo despertará y dejará de roncar, al menos por un rato (cuando esté en el piso, huya para esquivar un seguro zapatazo).
2- Girarlo hasta que quede boca abajo, con la cara hundida en la almohada; eso amortiguará el ronquido, o lo detendrá por falta de aire, o lo asfixiará y fin del problema.
3- Haga que mantenga la boca cerrada: pruebe a atarle las mandíbulas con cinta adhesiva, un hilo o un pañuelo que rodee el cráneo. Al no poder abrir la boca, no saldrá el ronquido. Otro buen truco es rellenar su boca con un trozo de algodón o de tela —lo bastante grande como para que no lo termine deglutiendo. Un buen truco sería coserle la boca, pero debería descoserla cada mañana así que no es recomendable por el consiguiente enchastre de sangre.
4- Haga que se despierte: para eso hay muchas maneras, como patearlo, codearlo, pincharle la barriga, piquete de ojo, baldazo de agua, encender un reflector que apunte a su cara, gritarle al oído... usted descubrirá la forma más adecuada.
5- Haga que destape su nariz antes de ir dormir. Pruebe con una cinta destapacañerías, una manguera con agua y sal, gotas de eucalipto concentrado, mentol, o simplemente ácido muriático (ése no deja nada en el camino).
6- Haga que no beba alcohol ni tome sedantes antes de dormir. Si tiene insomnio, que se joda: despierto no va a roncar. Si desea dormir, dele un martillazo en la cabeza y listo.
7- Déle de tomar este “remedio- infalible- receta- de -la –abuela”: una taza de miel con pimienta, ajenjo y salsa de jengibre. Aunque no sea para los ronquidos, antes de volver a tomar esa porquería, seguro hace un curso para dejar de roncar.
8- No le recomiendo que le rece a San Ex- Pedito porque ése es para las flautulencias. Récele a San Ex-Gañido.
9- Hagale un tratamiento de tipo auto - hipnosis: todas las noches, que se mire al espejo y repita cien veces: no debo roncar.
10- Si nada de esto funciona, decídase por el último recurso: acomode todas sus pertenencias en una valija. ¿Para qué? Muy simple: para echarlo de patitas a la calle.

Agradecemos su consulta y no dude que estamos listos para solucionar todos sus problemas.

14.1.09

Volailles

En primer lugar, toma el chancho comprado en la carnicería y desplúmalo en agua caliente. Es un aspecto que debes cuidad para que tus invitados no tosan con las plumas de estos volátiles torpes.

Una vez pelado se masajea al cerdito con sal gruesa y vino por dentro y por fuera, entras y sales, subes y bajas por el cuerito. Agrega una mezcla de picantes capaz de estallar ante la llama.

En un cuenco habrás preparado grasa de cerdo derretida con una buena cantidad de orégano y hojas de la biblia. Eso lo usarás para untar el santo cochinillo.

Meterás el animal muerto, preferentemente, en el horno bien caliente. Estarás dedicado a él varias horas, de modo que ármate de paciencia y de un revolver, mínimo del 32, por si quiere salir del horno, dado que a veces los carniceros nos venden chanchos zombies.

6.1.09

Cómo programar una videocassetera

Aunque le parezca mentira, su videocassetera puede hacer mucho más que parpadear continuamente en las 12 AM. ¡Puede grabar los programas que usted desee y en la hora que usted desee! ¿Imposible? ¡No! ¡Todo lo contrario! Siga estos simples pasos y podrá realizar como un experto una de las tareas más difíciles de toda la galaxia.

  • Consígase una videocassetera. De lo contrario el resto de las instrucciones carecerán de sentido y su autoestima disminuirá en un 14,27 % (aprox.)

  • Luego que haya conseguido una videocassetera asegúrese que esté conectada al televisor y enchufada. Parece una obviedad pero conozco a más de uno que llamó al service por tener la video desconectada.

  • Mire su control remoto. Ahora mire el control remoto de la videocassetera. Lindos, ¿verdad? Bueno, en este último encontrará un botón que, dependiendo de la marca del aparato (no usted, la video), dirá "Programa" o "Menú". Oprímalo.

  • La pantalla de su televisor se llenará de letras. No se asuste, es normal que esto ocurra. Si observa detenidamente descubrirá que las letras están ordenadas de manera tal que forman palabras y oraciones perfectamente comprensibles por un ser humano en plenitud de sus facultades mentales. Un análisis más profundo le permitirá darse cuenta que lo que tiene ante sus ojos es una lista de opciones de acciones a seguir.

  • Lo primero que usted debe hacer es poner en hora la videocassetera. Verá que esta opción es la primera de la lista. ¡Qué maravillosa coincidencia! Oprima entonces el botón "1" del control remoto (de la video, obviamente, del suyo no puedo afirmar nada, tan sólo arriesgar que probablemente usted empieza a buscar lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias).

  • Verá que las letras de la pantalla cambian. Nuevamente, no se asuste. Notará que la video está esperando que usted ingrese la hora y la fecha actuales. Es muy importante que sean la hora y la fecha actuales, de lo contrario su videocassetera no estará correctamente programada, el resultado no será satisfactorio y su autoestima decaerá otro 29,3%.

  • IMPORTANTE: "AM" significa "Ante Meridiano" y no "Amplitud Modulada", así que si, por ejemplo, ingresa 6:30 AM no sintonizará Radio Rivadavia sino que estará indicándole al aparato (sí, a la video) que son las seis y media de la mañana (si usted está programando la videocassetera de tarde, en vez de AM deberá poner PM y ninguna confusión se generará).

  • Vuelva al menú principal. Las siguientes opciones le preguntarán cada cuánto desea grabar el programa: Una vez sola, una vez por semana o todos los días. Oprima el botón con el número que corresponde a su elección.

  • Las letras de la pantalla vuelven a cambiar, pero como ya usted es un experto no se asusta por esto (al menos, no tanto). Verá que le pregunta en qué canal, en qué día y a qué horas comienza y termina el programa de tv que desea grabar. Y aquí hará otro descubrimiento fundamental en su vida: ¡Para momentos como éste es que su compañía de cable le envía una revista todos los meses, no porque se sienten culpables por las altas tarifas que cobran y por eso junto con la factura le mandan un regalito!

  • Una vez que ingresó todos los datos solicitados en el orden correcto, vuelva al menú principal. Allí encontrará una opción que le permitirá salir de él. Oprima el número correspondiente. ¡Las letras desaparecen de la pantalla!

  • Usted acaba de programar su videocassetera. ¡Felicitaciones!

En el caso que usted desee grabar más de un programa de tv, repita los pasos 8 a 10 cuantas veces sea necesario.

También es fundamental colocar un videocassete para grabar en la videocassetera. No importa en qué momento lo coloque, siempre y cuando lo haga antes de la hora y el día en que comienza el programa que usted desea grabar. De lo contrario, su autoestima descenderá un 67,8% más, caerá en un profundo pozo depresivo, necesitará mínimo 5 años de psicoanálisis y se perderá todas las edificantes producciones del canal Hallmark.

4.1.09

Amores imposibles

El Refrigerador, sin tomar en cuenta las notorias diferencias que median entre ambos, se ha enamorado de la Cocina.
Ella, achaparrada, morena, ardiente por naturaleza, lo mira con sus cuatro ojos abrasadores, y es fácil percibir el cálido sentimiento que esconde en su interior, en ese corazón volcánico listo para encenderse ante la menor provocación.
A él, tan alto, tan pálido, tan glacialmente serio, le cuesta revelar lo que siente.
Solo de vez en cuando deja ver su luminoso yo interior. Enseguida el deber se impone y recuerda que no puede permitirse tales efusiones, volviendo a cerrarse.
Tras su habitual reserva conserva un alma fresca, en la que conviven esperanzas color lechuga, materia sometida al más helado imperio, una láctea pureza monástica, un sinfín de coloridos y fragantes elementos...
De tanto pensar en ella, ya ha tenido dos cortocircuitos.
La familia ha sido advertida que, de repetirse esta situación, no hay garantía alguna de que logre sobrevivir a un tercero. Pero él no puede evitar lo que siente. Aunque hasta la pequeña Lata de Paté entienda que ese romance no tiene futuro alguno.
Como la musical Carmen, pero sin un Bizet que la inmortalice, la provocativa gitana doméstica acabaría por arruinar al ascético objeto de sus amores si llegaran a unirse alguna vez.
Anulado por su abrazo, él no solo perdería identidad, sino también el trabajo que es la razón de su existencia. Incapaz de cumplirlo eficientemente, pronto habría otro ocupando su lugar.
No solo en el ámbito hogareño, sino también en el afecto de la coqueta.
Aunque tal vez esto suceda de todos modos. Según murmuran ollas y sartenes, que son quienes mejor la conocen, la muy voluble ya le está haciendo guiños entusiastas al sustituto del Viejo Calefón, el recién instalado Termotanque Esplendoroso.